Cocinabas en silencio, tranquila. Cortabas cebollas con un movimiento perfecto que dejaba en evidencia el filo de la cuchilla.
El metal levemente oxidado se deslizaba suavemente sobre la pieza, se hundía despacio, tajo a tajo atravesaba cada una de sus capas, como si anhelara llegar al centro mismo del universo, al corazón de todas las dudas. En ese instante una lágrima cayó sobre la mesada.
Cualquiera hubiera dicho que era una respuesta natural...
6 comentarios:
Me parece un cuento corto (como los que me gustan)pero EXCELENTE
hay ahora si que creo morir, no solo monica tiene un blog, lo que ya supera todo limite de mi imaginación, sino que en el mismo publica recetas, toda una novedad, y para colmo de la torta de puerros que tanto me gusta.
segui asi que esta quedando muy bueno. besos valeria.
P.D: despues publica la receta del pan de nuez.
Lo lei y me encanto, se lo di a mi mamá para que lo leyera y quedo fascinada con el, sencillamente le encanto y dice que sigas publicando porque le gusta tu manera de escribir. muy bueno. besos
Muy, pero muy bueno. Excelente, seguí publicando tus cuentos. me encantó.
Qué lindo, lástima que sea tan triste.
Lo acabo de leer, me pareció sencillamente espectacular.
Muy bien lograda la trama, corta pero efectista.
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