viernes, 11 de mayo de 2007

Mandarinas de ayer y de hoy...

Cada vez que voy al mercado a comprar frutas y verduras para la semana, me sucede lo mismo. Cuando me encuentro frente al cajón de las mandarinas, primero las miro: su intenso color naranja me ....




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10 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy lindo, es una sensación que tenemos todos con respecto a las mandarinas. Muy creíble. y querible el cuento.

Anónimo dijo...

Me gustó, me pasaba lo mismo con mi madre!! que increíble. Muy bueno.

Anónimo dijo...

Muuuuuuy bueno. Mi madre es iguaaaal

Raúl Avila dijo...

Es una de mis frutas favoritas. Es más nunca me molestó quedar con su olor en las manos.
Si te gustan las más jugosas, cuando las toques verificá que no tengan la cáscara separada de la pulpa, porque en ese caso están deshidratadas y tienen poco jugo.

Anónimo dijo...

La mía también antes se las llamaba tangerinas. El cuento muy bueno.
Me leo todos tus cuentos y me encantan. felicitaciones.

Anónimo dijo...

Muy pero mu lindo el cuento. Me gustó

Anónimo dijo...

El cuento excelente !! pero de verdad muy bueno
Segui así, Felicitaciones !!!!

Mónica dijo...

gracias me alegro que les haya gustado. Bss. a todos

Anónimo dijo...

que lindo y que real!!!! que con pequeñas cosas, como en este caso el aroma de las mandarinas, uno se acuerde de cosas tan lindas de la niñez. Y quien no tiene alguna referencia así para recordar la dedicación de nuestra madre....la verdad ME ENCANTO!!!!

Anónimo dijo...

Lindo relato, me gustó.

C.A. Makkkafu