¡Necesito a Freud!

Anoche soñé contigo.

Bah! No solo anoche, sino desde hace ya varios meses.

Hay quienes han dicho que la vida es sueño y quienes han comparado la muerte con el más glorioso despertar, pero resulta difícil dudar de que el estar despierto y el estar soñando son dos estados radicalmente diferentes.

Es el mismo sueño. Te veo venir hacia mi... sonriendo, con esa sonrisa "medio de niño... medio de hombre", que conquistó mi mirada, impidiendo que ésta me obedezca.

En mi sueño, yo también te sonrío, nos miramos y los ojos también sonríen, pero... en el instante inmediatamente antes de llegar a mí, a ¡solo tres pasos!... alguien te llama. Pierden contacto nuestras miradas, una mano sujeta tu brazo y girás alejándote, a la derecha o a la izquierda, ¡qué importa! y ¡zaz! me despierto con "esa sensación de vacío" de quién no pudo terminar su sueño.

Enojada con el mundo, con la vida, con Dios, con Freud... porque... ¿Quién inventó los sueños? ¿Qué son? ¿Para qué existen?

Ya que ni la vida, ni el mundo ni Dios me van a responder... quizás Freud diría que son nuestros anhelos más profundos, o nuestros deseos más intimos... de que "algo" suceda.

Pero en realidad, Freud considera que todo sueño es interpretable, es decir, puede encontrarse su sentido.

"El sueño no es meramente actividad somática: es un acabado fenómeno psíquico de realización de deseos, y por tanto debe ser incluido en el conjunto de los actos comprensibles (no incomprensibles) de nuestra vida despierta, constituyendo el resultado de una actividad intelectual altamente complicada", según pude leer en wikipedia que decía Freud.

¿Y? ¿Qué me quiere decir? ¿Qué nunca se va a realizar? ¿Y si yo trato de cambiar mi sueño... lograré que suceda?

Ya no leo más nada, anoche decidida a cambiar el rumbo de mi propio destino, me acosté cual ritual, cerré los ojos, apagué la luz y te ví... como siempre al final de mi camino... sonriendo.

Mi cara se iluminó, nos miramos y comenzaste a venir hacia mi, pero cuando estabas a "tres pasos" y antes de que alguien te llame... estiré mi brazo y te sujeté.

Fue tan extraño... sentí como mi mano traspasaba algo desconocido, pero te sujeté justo antes de ver que otra mano quería hacer lo mismo. Esta vez fui yo quien lo hizo primero.

Te quedaste sin perder la sonrisa y con los ojos entornados... y ahí sin pensarlo siquiera, tomé con mis dos manos tu cara y te besé tanto que tuve miedo de que te fueras, pero no... te quedastes y rodeaste con tus brazos mi cintura y te sentí y te sentí tenerme. Y fue tanta la emoción que me desperté con lágrimas... feliz.

¿Y? ¿Qué quiere decir mi sueño, ahora? ¿Habré logrado cambiar mi realidad? No lo sé.

Y... sigo enojada con la vida, con el mundo, con Dios, con Freud... pero quiero decirles algo... al menos gané una certeza, y es que lo que sentí y lo que sentí que sentiste en mi sueño, no lo he vivido ni sentido nunca... en toda mi vida.

Y como me gustaría que por un microinstante la vida, el mundo entero y Dios unieran fuerzas para que yo lograra demostrar que la teoría de Freud es cierta... y que, lo que soñamos es posible hacerlo realidad en... "nuestra vida despierta"