Hace años, más concretamente en el año 2007, en mi taller de escritura, nuestro profesor nos había llevado distintos materiales para hacernos "sentir" diferentes texturas, "captar" colores, "aspirar" aromas y así poder describirlo en el papel. Recuerdo que, al final de la clase, de tarea, nos entregó una a cada uno, de forma sorpresiva y nos dijo: cuenten una historia para la próxima clase.

Ver ese color y pensar en mandarinas y en mi madre fue... una sola acción.
¡Hasta sentía el aroma, aún sin tener una en la mano!
Hoy mi madre ya no está y cuando fui al supermercado ayer y compré esa fruta tan hermosa y naranja me recordó nuevamente a ella... como siempre y, por ende vino también a mi mente el recuerdo del cuento (aquí) que escribí entonces. El que le conté a mi profesor ya hace 9 años... y hoy quiero que traérselo a ustedes.
Espero que lo disfruten.
5 comentarios:
Que historia más chula, Mónica. Me voy a leer tu cuento, me he quedado con ganas de más naranjas :)
¡¡¡¡¡Preciosooo!!!!!!
Ay Mónica que hermosa historia y que bonitos recuerdos.
A mi las peras de agua me recuerda mi niñez, mi mamá la compraba cada que iba a surtir.
Un abrazo
Siii las mandarinas, las peras, bananas eran las frutas típicas de una época jaja
ahora son los arándanos, strawberrys, coco... qué sé yo... por más que supiera que existían no eran la fruta "diaria".
Muy bueno, me hiciste pensar y recordar mi infancia contigo.
abrazo grande, tanto tiempo sin venir por acá
http://anna-historias.blogspot.com.es/.
Te mando mi blog si quieres darle un vistazo gracias
Publicar un comentario