La brújula dorada... la fui a ver... te cuento.

‘La brújula dorada’ (‘The Golden Compass’) Fui a verla y esta primera película forma parte de una trilogía. Está basada en el libro ‘Luces del norte’, de Philip Pullman, y nos cuenta cómo la adolescente Lyra se embarca en una aventura para salvar a dos de sus amiguitos, con la brújula dorada como compañera, que le permitirá encontrarlos y quienes han sido secuestrados por el Magisterium.

Su tío, lord Asriel (Daniel Craig), marchará por su parte en una expedición para encontrar las partículas de polvo que unirían este mundo con otra dimensión, pero la Señora Coulter (Nicole Kidman) y sus discípulos tratarán de detenerlo a cualquier precio.
Como a veces suele ocurrir con una adaptación literaria, es difícil que la película se centre en lo verdaderamente importante. Esta no fue la excepción, ya que se habla y menciona algunos temas que no hacen a ésta parte y si pudieran servir a las venideras.
‘La brújula dorada’ es un film de aventuras fantásticas, que nos brinda la posibilidad de eso... de fantasear un rato. Se incluyen escenas de peleas muy bien realizadas, la ambientación está muy bien realizada y los efectos en 3D están muy bien logrados.

Sin embargo, lo más interesante de ‘The Golden Compass’ no son las aventuras, sino el universo fantástico que plantea y todas las reflexiones metafísicas que se rozan con algunos de los detalles de la trama.

Cada uno de los seres humanos tiene un daemon que los acompaña como si fuese su animal doméstico. Estos seres, que pueden hablar a pesar de no ser humanos, representan los sentimientos y las debilidades de cada individuo y son quienes mejor comprenden a su dueño y sienten su dolor como propio.

No hay que buscar similitudes con otros films de este género, sino disfrutarla. No me pareció que fuera para niños muy chicos, sino todo lo contrario. Y es incomprensible que siendo así... se la pueda ver únicamente en castellano. Es preferible no pensar que la voz de Daniel Craig no es de él...

El final deja la puerta abierta para la segunda y tercera partes sin duda alguna. Es más ya quedan planteados los futuros enigmas que deberán vivir Lyra, su tío y los demás personajes.