Este frío... que nos cala hondo...

Este frío tan encarnizado que inesperadamente se ha apoderado de esta zona, nos inspira a estar calentitos en la casa, frente a una estufa de leña sería especial, pero nos conformamos con pensar en una de gas o eléctrica, mientras cenamos o miramos la tele o... los que nos dedicamos al blog...mientras blogueamos.

Yo por lo pronto luego de cenar, me preparé un café humeante y me vine a escribir. Primero hice algunos comentarios de películas y luego comencé a escribir este post.

Pero en el mismo momento en que lo estaba haciendo, me acordé de una madre y sus dos hijitos pequeños que estaban en la puerta del supermercado a la espera de las últimas monedas...antes de regresar a... ¿su casa?

Y también, en este mismo momento, mientras escribo junto a mi taza de café pienso que hay muchas personas en la calle como la mamá que acabo de mencionar. Demasiadas. El encanto del "café" y "del calorcito" se borran bruscamente mientras no puedo olvidar la cara de la niña cuando le di unas monedas.

Y la realidad se apodera de mi pensamiento.

Y no quiero que la sensibilidad se nos vaya por algún ricón de "nuestros problemas diarios" que de repente ni se asemejan a no tener un techo. No quiero que la sensibilidad se vaya por nuestro materialismo. No quiero perderla por nuestro egoísmo de mirar para el costado.

Escribo esto para que no nos olvidemos de que están en la calle, que no tienen casa, que pasan frío y en la mayoría de los casos no han comido lo suficiente.

Este comentario es apenas un granito de arena en un arenal, pero... pretendo... que no seamos indiferentes a esta realidad.

Es imprescindible aspirar a un mundo mejor, por nosotros y por ... nuestros hijos.