Escondí mi sueño... por un rato...

Acabo de esconder mi sueño, por un rato... nada más, no es para siempre. No podría.

¿Cómo hice ésto? Con pena, pero... necesito abocarme de lleno a una ilusión, a una idea que hace tiempo vengo trabajando.

¿Era necesario, me pregunto? Si. Es que éste... mi sueño que, de tanto quererlo, de tanto recordarlo, de tanto verlo en mi mente y, de tanto añorarlo me distrae y no me deja terminar lo que estoy escribiendo. Lo voy a extrañar, porque mi mente y mi corazón están acostumbrados a tenerlo... ahí... cerca.

Lo acabo de esconder en una caja, la cual marqué como frágil para que si alguien lo llegara a encontrar: no lo maltrate y, lo marqué con una flecha que indica su posición correcta, porque no quiero que nada ni nadie: lo maree. Y, mientras esté abocada a mi trabajo, destaparé de tanto en tanto la cajita, para mirarlo un rato... añorándolo y luego la volveré a cerrar. Y estará a mi lado, como desde hace un año. Al lado de mi corazón, como ha estado hasta ahora.

Estoy con pena... porque... acabo de esconder mi sueño...