La Trampa ... ¿Te cuento un cuento?

Hacía muchos años que no venía por mi pueblo y hacía tiempo que no la veía.
Me enteré en mi viejo barrio de su suerte… era tan bonita…y había caído en la trampa que era quedarse en un pueblo cual Macondo, sin trabajo, sin futuro.
Fuimos compañeras en la escuela y vecinas. No creo que fuéramos amigas, pero a todos les gustaba. Pablo mi amigo… estaba loco por ella, pero se fue a la capital, a estudiar… como casi todos.
Mientras iba pensando, doy vuelta la esquina y ahí estaba, difusa. Ya no tenía la inocencia que yo recordaba en su rostro, ni llevaba las dos trenzas negras que su madre siempre le hacía.
Su rostro blanquecino, sin vida… parecía no pertenecerle. Alrededor de su máscara blanca, caía su pelo ondulado manteniendo el negro azabache de siempre, como queriendo ocultar, lo inocultable.
Su expresión, pensé mientras me paralicé cuando la vi, era sin vida, y observé como, con un gesto de su mano, invitaba a los hombres a hundirse con ella en ese mundo sin retorno.
Por un instante sus ojos apagados, se cruzaron con los míos, me reconoció, lo vi en su mirada apenada… pero para mi no era ella… con tristeza me di cuenta que, ya no pertenecía a este mundo, había sucumbido sin esperanzas…

En una habitación de una posada vieja y sucia, yacía un cuerpo inerte, desnudo, de pelo ondulado negro azabache que caía a un lado de la cara blanca… mientras la policía buscaba huellas…