Con calma...

Eso le pidió él a ella, una noche... hace unos días atrás.

Era no conocerla, porque a pesar de que ella contestó que sí, que estaba calmada...en su interior corría el mismo caudal de fuerza y energía que la había caracterizado desde siempre.

No importa cuantos años hace que esta fuerza la acompaña igual está intacta... para trabajar, para reir, para llorar, para odiar...para amar... con la fuerza corazón.

Ella le contestó que estaba bien, pero no era cierto, temió perderlo. Él creyéndola siguió su camino quizás con la esperanza de que, cuando volviera.... la encontraría.

Los días pasaron, no tantos es verdad, pero la desesperanza la fue ganando. Sin querer que así sucediera...pero pudo más que ella. Es que él está tan lejos y ella... ¡¡Lo quiere tanto!!

E impulsiva como era se lo dijo.

Y se alejó por unos días, sin esperar respuesta... esperando que la luna con su manto suave la resguarde y la ayude a recuperar... la calma.