jueves, 22 de noviembre de 2012

“El amor es aquel delicado proceso por el que te acompaño al encuentro de ti mismo” de... Saint Exupery.


Estados de enamoramiento van sucediendo en el transcurso de la historia en distintas etapas de las relaciones. Esto es posible cuando la relación crece, la comunicación se torna más fluida y libre, la sexualidad se enriquece y la presencia del otro acompaña en la vida en un andar conjunto.
De esto se trata el amor de pareja.

Entonces... ¿por qué existen tanto hombres o mujeres que se desviven para encontrar o mantener una pareja? y llegan a soportar situaciones que no comparten tan solo por no discutir. ¿Es por miedo? Y si es así...

Ese miedo, impidirá que la relación se torne gratificante y enriquecedora. ¿Por qué a veces perdonamos más de lo que deberíamos? ¿Es en nombre del amor...? ¡Cuantas dudas! Y al cuestionarme, no puedo dejar de darme cuenta que forma parte de la vida misma, de lo que hemos vivido y aprendido... y de lo que viviremos y aprenderemos y,  sobre todo... del amor y dedicación que nuestra pareja nos permita sentir, ese/a que, al menos por ahora... elegimos para que nos acompañe en esta aventura que es la vida.

El ideal es que, con amor, con atracción física, sexualidad siempre renovándose y... caminando juntos en la vida, desecharemos cualquier miedo a perder la pareja, sin descartar tampoco que esto pueda suceder. Recién ahí y solo en el momento que escribo lo que acabo de pensar... me doy cuenta que seremos libres de disfrutar juntos y de acompañar al otro al encuentro de sí mismo, si en nuestras cabezas barajamos la posibilidad de que somos libres de estar con quién nos plazca, por el tiempo que querrámos. Y si ese tiempo es para siempre... mejor.



114 comentarios: